El Capitulo Irlandés de la Fundación Juan Pablo II

El Capitulo Irlandés de la Fundación Juan Pablo II celebró su reunión mensual el 12 de febrero en la Capilla de la Adoración en Ferns. Rezamos el Rosario delante de Jesús en el Sagrado Sacramento, por la intercesión de nuestra Bendita Madre, de San Juan Pablo II, y de todos los santos. La oración del Rosario fue dedicada a todas las familias, también por las familias en nuestras comunidades, y por las familias del mundo entero. Como siempre, las oraciones y peticiones por el trabajo y la misión de los capítulos de San Juan Pablo II también fueron presentadas al Sagrado Sacramento.

La Santa Misa fue celebrada por el Reverendo Padre Billy Swan. Luego de las lecturas y del Evangelio, el Padre Billy dio su sermón durante el cual compartió sus pensamientos acerca de que oportunas son las lecturas en el mundo de hoy. Como debemos de contemplar la descripción de la creación en el Primer Libro de la Génesis. Cada día oímos en las noticias acerca de los cambios del clima terrestre, de los cambios del Eco sistema, de los métodos de agricultura, de comer menos carne, etc.

Que es lo que está pasando? Por que hay tantos cambios en nuestro Eco sistema y en nuestro clima?

Parte de la razón es por el desarrollo que ocurrió durante la era de la Revolución industrial durante el siglo 18. Durante esa época hubo un alejamiento de Dios hacia el poder de los seres humanos para intervenir en la creación. Nos vemos en el Centro. Nació una confidencia en los poderes de la humanidad de crear cosas, de ser suficiente, y justo durante esa época empezaron los ataques a nuestra Fe y a las Iglesias Podíamos hacer lo que queríamos. Teníamos la libertad de hacer lo que queríamos con la Tierra. Pero lo que ocurrió en las últimas décadas es que la Madre Naturaleza se ha rebelado, y vemos estos signos cuando abusamos de nuestros poderes y cuando vamos mas allá de lo que Dios tenía planeado para nosotros. Cuando nosotros pretendemos ser Dios. Cuándo dejamos de ser guardianes de la creación. Aquí empiezan los problemas.

Cuando dependemos demasiado de la ciencia y menos de las perspectivas religiosas y el entendimiento de nuestro mundo de acuerdo a lo que Dios nos dio. No debemos de abusar a la creación. Debemos de alegrarnos por el milagro de la creación de cual somos parte. Debemos dar gracias a Dios por esa belleza.

El gran Santo, Francisco de Asís, glorificó a Dios por toda Su creación y Belleza. San Buenaventura mencionó a San Francisco cuando se refería a la belleza del mundo natural. Debemos de tomar esos ejemplos seriamente y contemplar el esplendor del mundo de Dios.

Pensamos que somos muy inteligentes y capaces por la nueva tecnología, o porque podemos llegar a la luna o el Marte. Sin embargo nada puede compararse con la satisfacción espiritual cuando contemplamos la belleza de un cielo y miles de estrellas de noche. En ese momento sentimos y vemos con nuestros ojos la enorme distancia que existe entre nosotros y el cielo. Y sentimos la infinidad de lo que Dios ha creado.

El gran Santo Tomas de Aquino dijo una vez que: “Conocemos a Dios a través de su Creación. Las huellas digitales de Él están en todo lo que Él ha creado, y así se manifiesta a nosotros”. Dios se deja descubrir a nosotros a través de las Escrituras y a través de Su Creación. Si caminamos por el Jardín, seamos sensibles a las Estaciones del año, a las flores y los arboles, al cielo nocturno, a los animales y los ríos. También debemos de vernos a nosotros mismos como partes de la Creación de Dios. El nos ha hecho en la imagen y la grandeza de Él. Y no para elevarnos por encima de Él para nuestro propio bien, pero para ser guardianes de toda la naturaleza de Dios.

Cuando pensamos de nuestros Veranos y de los hermosos ocasos y de nuestros placidos atardeceres, nos damos cuenta de la Belleza de Dios y de Su cercanía a nosotros. Cuando aquí, durante nuestra Eucaristía durante esta Misa, ofrecemos el Cuerpo y la Sangre de Jesús, nuevamente contemplamos a todo lo que Él ha creado, a los obsequios de esta Tierra. Y damos gracias por todo. Reconocemos la Divinidad en todo lo que Dios creó.

Recemos por todo lo que Dios nos da, por Su inmensa belleza en todos los dones que El nos ofrece.  El nos da la vida durante cada momento; El nos permite respirar. Ojala esta Eucaristía nos recuerde de la santidad del Alimento para nuestras Almas y nuestros Cuerpos, que al consumir, no debemos abusar, pero así Glorificar a Dios.

Las oraciones de los Fieles hoy día hemos ofrecido por las Familias, los Matrimonios, las Vocaciones, y por los Enfermos. Ofrecimos una oración especial a través de la intercesión de San Juan Pablo II, quien fue un tremendo ejemplo a este mundo de Su amor, contemplación, respeto, y amor hacia la Creación de Dios. Su amor por las montanas, por los lugares tranquilos en el jardín a donde podía rezar y ser uno con Dios y la Naturaleza.

La Misa terminó con la oración a San Juan Pablo II y un himno de despedida.

En el Libro de Daniel 3, encontramos la hermosa oración de acción de gracias, y exaltación por todo lo que Dios ha creado. Cuando Abednego, Shadrach, y Meshach fueron tirados a un horno encendido, los tres rezaron exaltando acera de la gloria y magnificencia de Dios. Alabaron a Su Creación de tal manera:

Oh, Sol y Luna glorifiquen a Él para siempre,

Estrellas en el Cielo glorifiquen a Dios para siempre,

Que nuestra Tierra glorifique a Dios para siempre,

Todo lo que brota de la Tierra, que glorifique A Dios para siempre,

Arroyos, mares, ballenas y peces, y todos los pájaros del Cielo,

Animales salvajes y domésticos, glorifiquen a Dios para siempre.

Todos los seres humanos que viven sobre la Tierra, glorifiquen a Él para siempre.

                                  (traducido del ingles por Eduvigia Orzechowska-Ancaya)