Nunca Dejo de Ser el Pastor de Sus Almas

El sabía que el mundo necesita la oración, que necesita los sacramentos, que el hombre moderno esta cada vez más alejado en vez de estar más cercano a Dios. El hizo todo lo posible para disminuir esa distancia. Por eso viajó tanto por el mundo, por eso bautizó, confirmó, confesó. Por eso—con la ayuda de la Radio del Vaticano—rezaba el Rosario junto con millones de personas.

Por eso repartía a los habitantes de Roma la Historia del Nuevo Testamento…?

Era la preparación de la diócesis al Ano de Jubileo. Los catequistas recibieron una misión dada por el Santo Padre: la de visitar las familias y distribuir la Sagrada Escritura, y luego darles la cruz del jubileo.

El Santo Padre nunca dejó de ser el pastor de las almas. Sabía que la Iglesia tiene que luchar por Sus fieles. Fue muy activo. Así es que, por esa actividad y preocupación por el hombre, fue como nacieron los Días De La Juventud. Primeramente en Roma y luego en todo el mundo.

Con el permiso del Padre Arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki-“Lo que más Le gustaban eran los martes”

La Casa de Publicación M, Cracovia 2008.

Traducido al español por Jadwiga Orzechowska-Ancaya