Juan Pablo II murió el 2 de abril de 2005. Dos días más tarde, el 8 de abril, fue Su funeral. Hasta ese entonces—de acuerdo a las reglas eclesiásticas—las personas más cercanas al Papa debían de desocupar el Palacio Apostólico de inmediato, apenas murió el Papa. Pero Juan Pablo II había cambiado esa regla, alargando la permitida estadía hasta el día del funeral.
“Luego del fallecimiento del Santo Padre”, dijo el Arzobispo Mokrzycki, “Su dormitorio y Su oficina fueron sellados. Pero por varios días pudimos usar a la capilla, al comedor, y a algunas otras facilidades. Yo pedí a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Leópolis (Lvov), quienes estaban estudiando en ese tiempo en Roma, que me ayudaran a empaquetarse. Ellos trajeron las cajas de cartón, metieron en ellas a mis libros, mis objetos personales, y algunos recuerdos que yo había recibido de mis amigos. Yo estaba muy deprimido por la muerte del Santo Padre, y no pensaba en mi mudanza”.
“Y como transcurrieron sus últimos momentos, Padre, en el Palacio Apostólico? En el lugar a donde Ud. vivió por más de nueve años?”
“Vino el Padre Kamerling con la comisión, para tomar posesión oficialmente de los departamentos evacuados. Cuando esas actividades terminaron, se suponía que teníamos que partir . . . Pero entonces llegó un momento de silencio. Quizás de vacilación? Nosotros, los ocupantes teníamos que despedirnos del lugar a donde habíamos vivido con un gran y santo papa.
“Entonces salimos . . . pero a la capilla. Para agradecer a Dios por ultima vez! Todos sentimos una gran congoja. Yo me acordé de todos los momentos pasados con Juan Pablo II. De Su extraordinaria bondad y amabilidad.”
El Secretario De Dos Papas—Conversaciones con el Padre Arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki.
Publicación Literaria