Llevaba en Su Corazón un respeto muy grande hacia la mujer

Hablemos de la cuestión de mujeres: Al igual que los hombres, ellas también participaron en el dialogo con el Papa Juan Pablo II. Llegaron a ser protagonistas en una Iglesia menos clerical, la que llevaba en su imagen también una parte femenina de Dios. Esa imagen se fue fortaleciendo, reflejando Su misericordia, sensibilidad, y maternidad.

Desde muchos años, Karol Wojtyla llevaba en Su corazón un respeto enorme hacia la mujer, sobre todo a la mujer madre de la familia. Ese sentimiento es característico de los polacos. El Santo Padre advirtió que en este mundo la mujer es respetada cada vez menos, y considerada como un objeto del deseo. Por eso El quiso devolverle su dignidad, y subrayar su papel en la sociedad y en la vida de la Iglesia.

Juan Pablo II expresó Su respeto y Su apoyo para la mujer en la Carta Apostólica Mulieris dignitatem.

Lo hizo no solo en ese documento, pero en muchos otros. Quisiera recordarles que la manera más patente en la que el Santo Padre demostró Su respeto hacia la mujer fue con Su propio comportamiento y Sus gestos de cariño a ellas durante sus múltiples viajes y encuentros.

En la Carta Mulieris Dignitatem, el Papa nos hace recordad a una de las viejas leyes del cristianismo—que ha sido olvidada—pues fue aplicada por la Iglesia con poca frecuencia: En Sus tiempos, Jesús había revolucionado el mundo al ensaltar a la mujer.

Con el permiso del Padre Cardenal Estanislao Dziwisz—“El Testimonio”.

Publicación TBA, comunicación del market. Varsovia 2007.