“Cada persona—no importa si es vulnerable o incapaz, no importa si es joven o vieja, no importa si es sana o enferma, no importa si es imprescindible para la sociedad—es un ser de muchísimo valor creado en la imagen de Dios. Esta es la dignidad de América, la razón porque existe, la condición para su sobrevivencia—si, la última pruebade su grandeza: el respeto por cada ser humano, especialmente los más débiles e indefensos, los que todavía no han nacido.”(Juan Pablo II, Aeropuerto de Detroit, 19 de setiembre, 1987)
Teniendo en cuenta la llamada de Juan Pablo II para defender la vida—dirigida tan frecuentemente al mundo y a los americanos, el Capitulo de Nueva Jersey de la Fundación Juan Pablo II participó en la Marcha Anual por la Vidaen Washington. Este año fue la 46 vez de la Marcha. Los miembros del Capitulo participantes de la Marcha fueron parte de un movimiento por la vidaque reúne a miles de personas en Washington DC. Rezando y extendiendo la bandera con la insignia de Juan Pablo II y con el nombre del Capitulo para identificar a nuestro grupo, hemos marchado por la Avenida Constitución hasta el Capitolio y la Corte Suprema. Viendo a tanta gente, sobre todo a los jóvenes, aumentó a nuestra esperanza que el permiso para matar a los niños no-nacidos termine pronto.
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de Rowe v Wadedel año 1973, legalizó el aborto en cada estado de Estados Unidos. La decisión de la Corte Suprema no estuvo de acuerdo ni halló lugar en los corazones, conciencias y almas de muchos seres humanos. Desde entonces, los organizadores y participantes de la Marcha Anual por la Vidadecidieron protestar a la decisión legal del aborto hasta el día que sea disuelva.
En los últimos años, hemos visto nacer un poco de esperanza. Muchas organizaciones eminentes pro-vida, políticos, y líderes de iglesias hablaron durante la Marcha. Nos alegramos que el Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence con su esposa atendieron a la Marcha, y el Presidente Trump saludó a los participantes a través del noticiero.
Traducido al español por Jadwiga Orzechowska-Ancaya
