«En nuestro tiempo, el antisemitismo es anticristianismo, y el anticristianismo es antisemitismo», dijo el rabino Abraham Skorka de Argentina, amigo del Papa Francisco, con motivo de la XXV Jornada del Judaísmo en la Iglesia Católica celebrada en Polonia el 17 de enero.
El 17 de enero, la Archidiócesis de Lublin, la Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin y el Centro Arquidiocesano para el Diálogo Católico-Judío de Lublin organizaron un encuentro dedicado a las relaciones entre cristianos y judíos. En el evento, que fue transmitido por Internet, el profesor Abraham Skorka pronunció una conferencia titulada «El diálogo judeo-católico 56 años después de Nostra Aetate». Recordando la importancia de Nostra Aetate -la declaración de la Iglesia sobre, entre otros, el judaísmo, publicada en 1965-, el rabino también habló de la historia multiforme y centenaria de las relaciones judeocristianas. Refiriéndose a la situación actual, subrayó: «El proceso de eliminación de la Biblia de la conciencia del mundo occidental continúa. Precisamente en la cuestión de salvar el brillo de la Biblia hebrea en la mente de la gente, todos nosotros judíos y cristianos estamos llamados a trabajar juntos. Ninguno de nosotros puede hacerlo solo».
En la reunión, a la que asistieron representantes de la comunidad judía de Polonia, también tomó la palabra el arzobispo metropolitano de Lublin, Stanislaw Budzik, quien destacó la contribución de San Juan Pablo II al diálogo con el judaísmo y la finalidad de esta jornada, destinada a «profundizar en el conocimiento de las raíces judaicas del cristianismo, para que nos encontremos en espíritu de fraternidad y oración con la comunidad judía local».
«Los contactos entre católicos y seguidores del judaísmo deben basarse en el respeto y el diálogo, ya que conducen a la aceptación y el entendimiento mutuos» dijo el P. Prof. Mirosław Kalinowski, Rector de la Universidad Católica de Lublin. También destacó que el antisemitismo es un pecado grave que contradice el Evangelio y la enseñanza de la Iglesia Católica. «Al mismo tiempo, tenemos derecho al respeto y a la tolerancia de nuestro sistema de valores», añadió. Recordó que actualmente se está trabajando en la Universidad Católica de Lublin en la creación de un Centro para el estudio de los judíos rescatados por polacos y de los polacos rescatados por judíos bajo los regímenes totalitarios.
Durante la reunión se recordaron las aportaciones al diálogo polaco-judío Don Grzegorz Pawłowski, que siendo un niño judío -Jakub Hersz Griner- fue salvado por polacos durante el Holocausto. Después de la guerra, permaneció en el orfanato de las Hermanas Benedictinas, y tras aprobar el bachillerato, ingresó en el Seminario Mayor de Lublin y fue ordenado sacerdote el 20 de abril del 1958. Don Grzegorz Pawłowski murió el año pasado en Israel, donde era párroco de la comunidad polaca desde 1970.
La oración de cristianos y judíos, un servicio bíblico común y un repaso a los 25 años de historia del Día del Judaísmo fueron los puntos principales de las celebraciones centrales del Día del Judaísmo, que tuvieron lugar en Poznan.
La perspectiva judía de la Jornada del Judaísmo en este cuarto de siglo fue expuesta por el profesor Stanisław Krajewski, copresidente del Consejo Polaco de Cristianos y Judíos, y la perspectiva cristiana fue presentada por el profesor Jan Grosfeld, miembro del Comité para el Diálogo con el Judaísmo de la Conferencia Episcopal Polaca y ganador del premio «Menorah del Diálogo» de este año, concedido por la Asociación Coexist y la Fundación Signum por «acercar a personas, culturas, religiones y naciones».
El profesor Krajewski se preguntó si ha sido posible durante este tiempo construir el respeto mutuo y la sensibilidad hacia el punto de vista del otro, tanto entre católicos como entre judíos. «No hay una respuesta sencilla a esta pregunta. El contexto más general es la historia de las relaciones cristiano-judías de los últimos 2.000 años, y desde esa perspectiva, las relaciones actuales son más que buenas, y el Día del Judaísmo es un milagro. Antes era inimaginable», concluyó.
Reflexionando sobre las palabras del Libro del Profeta Isaías: «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos», lema de la reunión de este año, el rabino Michael Schudrich, Gran Rabino de Polonia, habló de la misericordia de Dios. Señaló que, si una persona que ha pecado pide perdón a Dios, puede esperar que Él le muestre su misericordia. «Esta es una gran lección para nosotros, porque cuando uno es herido por alguien, debe perdonarle, debe ser misericordioso como Dios es misericordioso», dijo el Gran Rabino de Polonia.
El arzobispo Grzegorz Ryś, por su parte, comentó un pasaje del Evangelio de San Lucas en el que Jesús habla de amar a los enemigos. Señaló que, al considerar las palabras del profeta Isaías: «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos», se nos invita a ir más allá de nuestro propio pensamiento y de lo que quisiéramos llamar el principio de justicia.
Al final del servicio bíblico, el Arzobispo Wojciech Polak, Primado de Polonia, dijo que el 25º aniversario del Día del Judaísmo «ha de conducirnos hacia lo que no termina, hacia la eternidad de Dios, ante cuyo rostro estamos. Esta es también la fuente de nuestra esperanza y alegría».
El Día del Judaísmo en la Iglesia Católica de Polonia fue establecido en 1997 por la Conferencia Episcopal Polaca a iniciativa del arzobispo Stanislaw Gądecki, actual presidente del episcopado. Se celebra el 17 de enero, en vísperas de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Su objetivo es fomentar el diálogo cristiano-judío, así como la oración y la reflexión sobre las relaciones entre ambas religiones. El lema de la celebración de este año fue la cita: «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos» (Is 55,8).