El 12 de septiembre del 2021, en el Templo de la Divina Providencia de Varsovia, tuvo lugar la beatificación del cardenal Stefan Wyszyński y de la Madre Elżbieta Róża Czacka. Han pasado cuatro meses desde aquel solemne acontecimiento.
«Cardenal Wyszyński era un pastor que se preocupaba y cuidaba de los demás, lo tratábamos como un padre al que acudíamos en busca de consejo y conocimiento necesario. Nos dio apoyo con ternura paterna», dice al Family News Service, monseñor Bogdan Bartołd, rector de la parroquia archicatedral de San Juan Bautista en Varsovia, donde están enterrados los restos mortales del Primado del Milenio.
Mons. Bartołd: El culto al beato cardenal Stefan Wyszyński sigue vivo
Como recuerda monseñor Bogdan Bartołd, párroco de la parroquia archicatedral, el cardenal Stefan Wyszyński era una autoridad para la gente. Hay que mencionar que el mismo pertenece al último año de ex alumnos del Seminario Metropolitano Superior de Varsovia, que fue aceptado por el Primado del Milenio. «Card. Wyszyński fue la personificación del padre para nosotros, en él se revelaron dos actitudes: una de ellas estaba llena de majestad y dignidad, y la otra de amor y cuidado paternal», dice el Mons. Bartołd en una entrevista con Family News Service.
En la parroquia archicatedral de San Juan Bautista hay una capilla con los restos mortales del Primado del Milenio. Sobre el sarcófago hay una placa que muestra la historia de su vida. También hay un candelabro donde la gente enciende velas, que son un símbolo de su oración y presencia. «La instalación de velas fue una iniciativa de los fieles que visitaron la tumba del cardenal Wyszyński ya antes de su beatificación. Son una señal visible de que hay alguien presente en este lugar con quien siempre podemos contar. Soy párroco en la archicatedral desde hace 14 años, y no ha sucedido que no hubiera una vela encendida en el candelabro», explica Mons. Bogdan Bartołd.
Cada vez más personas visitan la capilla del Primado del Milenio. También están llegando ahora grupos de peregrinación. Todos los martes en el templo se celebra una Santa Misa por las intenciones de los fieles, y el día 28 de cada mes hay una celebración de acción de gracias por el regalo de beatificación del cardenal Stefan Wyszyński.
Conversiones, resolución de problemas familiares y matrimoniales: Estos son solo algunos de los frutos de la beatificación
Monseñor Bogdan Bartołd señala que los frutos de la beatificación ya son enormes. «Hay personas que, después de muchos años, se acercan al sacramento de la penitencia y explican que gracias a la experiencia de la beatificación decidieron reconciliarse con Dios; otras hablan de problemas familiares y matrimoniales que comenzaron a resolverse gracias a la intercesión del beato cardenal Wyszyński. Los testimonios indican que su culto sigue vivo», dice Mons. Bartołd.
El prelado asegura que a partir de septiembre se celebrarán en la archicatedral Santas Misas pidiendo el don de canonización del Primado del Milenio. «Estoy convencido de que el beato cardenal Wyszyński puede ser el patrón de los tiempos modernos, pero también de cada uno de nosotros. Dios nos da un testimonio de fe, para que, siguiendo su ejemplo, miremos al futuro con esperanza. El Primado vivió en tiempos difíciles de comunismo y gran esclavitud, cuando los creyentes no tenían derecho a votar, eran perseguidos, y él estaba indicando el camino, era alguien con quien se podía contar. En el mundo de hoy, donde hay tanto incertidumbre, sufrimiento, la pandemia, necesitamos su intercesión. Teniendo tal intercesor, podemos orar por su intercesión y creer que será él quien interceda por nosotros ante Dios», enfatiza Monseñor Bogdan Bartołd.
