Juan Pablo II era bien tranquilo y centrado. No se irritaba ni levantaba la voz. En general, todo era bien planeado y organizado. Sabíamos lo que El esperaba de nosotros y tratábamos de complacerlo. Durante las peregrinaciones, si algo no salía como lo habíamos planeado, o había retraso, el Papa no creaba una atmosfera agitada—lo que hacía era ocupar ese tiempo para rezar.
Esta era la orden del día: La merienda empezaba a las 13:30 (1:30). Antes que eso, ya el Santo Padre había dictado sus recomendaciones y cartas, y luego se dirigía a la terraza del Palacio Apostólico con el rosario en la mano. Absorto en Sus oraciones entraba en la capilla. A continuación, empezaban las audiencias que duraban desde las 11 de la mañana hasta las 12:30. A veces duraban hasta las 13:00.
Los secretarios traían a los huéspedes al Papa para las audiencias oficiales?
Cuando yo trabajaba en el Palacio Apostólico la regla era que, en el segundo piso, donde ocurrían las audiencias oficiales, el Prefecto Arzobispo Dino Monduzzi presidia sobre ellas. Desde el año 1998, el Cardenal americano James Harvey cumple esa función. Nosotros, junto con el Padre Stanislaw, Le acompañábamos al Santo Padre para recibir a los huéspedes. A veces esperábamos durante las audiencias para ver si podíamos ofrecer algún servicio. Luego de las audiencias, el Santo Padre se dirigía a la capilla para rezar.
A las 13:00 llegaban los huéspedes invitados a la merienda. Usualmente esperaban en una sala adyacente a nuestra oficina. Un poco antes de las 13:00, Juan Pablo II les saludaba y los invitaba a la capilla. Luego de una breve oración, los llevaba al refectorio. Antes de la comida, nuevamente el Papa rezaba con todos ya sentados en la mesa. Después de comer, el Santo Padre otra vez conducía a los huéspedes a la capilla a rezar. Luego seguían las despedidas y el Padre Stanislaw llevaba a los huéspedes hacia la salida, mientras Juan Pablo II volvía a la capilla para sumergirse en Sus oraciones.
El Secretario de Dos Papas—conversaciones con el Padre Arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki.
Publicación Literaria
Traducido al español por Jadwiga Orzechowska-Ancaya