“Esos arbolitos de Navidad brillan por un motivo”.

Un ex-secretario cuenta que los arbolitos llegaban de Zakopane, de Krzeptowki (una zona montañosa/alpina de Polonia). Llegaban en ómnibus. Eran arbolitos ya cortados, muy bellos y proporcionados, pues los hombres montañeses de Polonia habían elegido a los mejores que había.
“Que significa un árbol?” – preguntó una vez Juan Pablo II. Y luego nos explicó: “Yo pienso que el árbol es el símbolo del árbol de la vida, de ese árbol mencionado en el Libro del Génesis. Y también es el símbolo de ese árbol que, junto con Jesucristo, fue plantado en la tierra de la humanidad”. Y nos dijo que luego el hombre quedó cortado y separado de ese árbol por su pecado. Y que cuando nació Jesús, el árbol empezó a crecer nuevamente en la” tierra de la vida humana”, y así va madurando con El hasta la cruz.
El Santo Padre frecuentemente subrayó ese lazo del árbol de Navidad con la cruz del Viernes Santo—nos recuerda el Arzobispo. Y que nuestro Papa decía, “En Cristo encontraremos esa unión”. También nos llamó la atención el Papa que esos arbolitos no brillan solamente para lucir su belleza, sino que resplandecen porque simbolizan a la vida y a la luz. Y Cristo es la Vida y la Luz.
Con permiso del Padre Arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki —“Un lugar para todos”.
Publicación Znak, Cracovia 2013.