“Eso me conmovió profundamente y me dio mucho que pensar”

La ultima peregrinación, durante la cual el Comandante Christoph Graf Lo acompañó a Juan Pablo II a Lourdes, fue en 2004—poco tiempo antes de Su muerte. El Papa dejó en Lourdes un mensaje muy profundo y simbólico.

El Santo Padre, ya bien enfermo y anciano, llegó a Lourdes para estar con los enfermos y con ellos visitar a la Madre de Dios. Este hecho me conmovió profundamente y me dio mucho que pensar

Vimos como Él sufría a diario y nosotros con Él. Comentábamos eso entre nosotros, Sus guardas. Sentíamos nuestra impotencia. Sobre todo al final cuando el Santo Padre ya no podía hablar claramente; cuando casi no lo entendíamos; cuando ya no podía cubrir largas distancias y visitar a muchas personas—lo que había sido el sello prominente de su pontificado: el acercamiento a otros hombres; el cruzar países y continentes. Esa impotencia Le dolía muchísimo…

Nosotros, los miembros de Su guardia personal, estando a diario tan cerca de Él, y participando en todos los puntos de Su programa, sentíamos mucho dolor. Quizás más que nunca durante los últimos dos o tres años de Su vida.

Esos últimos años fueron para Él bien intensos en Su servicio, pero la cruz que llevaba en Su espalda Le pesaba cada vez más. Todos sabíamos que Él llevó esa cruz heroicamente hasta el final.

Magdalena Wolinska-Riedi  “Pasó en el Vaticano”  (pagina 120-121)

Publicación  Znak. Cracovia 2020