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Ellos son los que Lo llevaban desde el palacio

Cuando Juan Pablo II frecuentaba el Castel Gandolfo, Su residencia de verano, yo delegaba la función de Su chofer a los gendarmes: o Massimo Illuminati, o el ayudante de cámara. Ellos Lo llevaban desde el palacio hacia los jardines, a la piscina, o a los paseos por los alrededores.

Yo me encargaba de llegar al Castel Gandolfo cuando el Papa salía para un viaje más largo y había que llevarlo al aeropuerto. Si era un viaje por Italia, Lo llevábamos del palacio al Aeropuerto Ciampino—solo unos kilómetros de distancia. Si se trataba de peregrinajes internacionales, Lo llevábamos al Aeropuerto de Fiumicino, que se hallaba más lejos.

En cuanto a las audiencias de los miércoles, también durante el verano, el Santo Padre llegaba en un helicóptero y aterrizaba en los Jardines del Vaticano. Yo Lo esperaba allí, lo llevaba en automóvil al Portón de las Campanas, y allí El se sentaba en Su papamóvil—para dirigirse a la Plaza.

Magdalena Wolinska-Riedi “Pasó en el Vaticano”, pág. 253-254.

Publicación Znak. Cracovia 2020.