El 16 de octubre 2023, en el 45 aniversario de la elección del cardenal Karol Wojtyla a la Sede Apostólica, al pie de la tumba de San Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, se reunió un grupo de polacos. La Fundación Juan Pablo II organizó allí una solemne Misa, a la que atendió el Embajador Adam Kwiatkowski. La Misa fue presidida por el Arzobispo Marek Jedraszewski, Metropolita de Cracovia y Director de la Fundación, quien también dio el sermón. El con-celebrante de la Eucaristía fue el Padre Obispo Grzegorz Kaszak, obispo de Sosnowiec, y el Padre prelado Pawel Ptasznik, Director del Concejo Administrativo de la Fundación. Otros con-celebrantes fueron: el Padre Prelado Dariusz Giers, Administrador de la Fundación; el Padre Mateusz Wojcik, Director de la Casa Polaca Juan Pablo II en Roma, y otros 30 sacerdotes del Vaticano, de Roma, y de Polonia.
El Arzobispo Jedreszewski nos recordó que 45 años atrás fue elegido el primer Papa no Italiano, en 455 años. También había sido el primero del otro lado de la Cortina de Hierro. Esos hechos habían causado un shock en esa época.
En ese entonces, en la Plaza de San Pedro, dicha elección del papa fue recibida con entusiasmo y sorpresa. “Yo fui testigo de ese acontecimiento aquí en Roma”, dijo el Arzobispo Jedreszewski, quien terminó el sermón con estas palabras: “Hace 45 años atrás, el cardenal Karol Wojtyla fue nombrado ‘Santo”—nuestro Santo Padre. Pero desde 2014, es un santo de la Iglesia Católica, y la inscripción en Su tumba es: ‘Sanctus Joannes Paulus pp II’… Hoy nos reunimos aquí, al lado de Su tumba, alabando a Dios por Su santa vida; agradeciendo a Dios por habernos Lo dado: a Polonia, a la Iglesia Católica, a la Iglesia en Polonia, y al mundo entero. Volvamos al Testamento que nos dice: ‘Abran a Cristo las puertas de par en par’”.
Durante las oraciones rezamos por estas intenciones:
- Por la bendición de Dios para la Fundación, a la que habíamos recibido de San Juan Pablo II como obsequio y función.
- Por todos los Amigos y Benefactores de la Fundación, para que Dios los bendiga y proteja a sus familias, para que puedan transmitir a las enseñanzas del Gran Papa Polaco a las generaciones futuras.
- Por todos los jóvenes, a quien el Papa llamó “mi esperanza y el futuro del mundo”—en especial por los becados de la Fundación JPII, para que puedan desarrollarse intelectualmente y espiritualmente, gracias a la generosidad de tantas personas.
- Por todas las personas envueltas en la obra de la Fundación, seculares o espirituales, para que Dios, a través de la intervención de nuestro Santo Papa, los premie por su esfuerzo y trabajo.
- Por los enfermos y personas que sufren, para que Dios les de fuerza y salud, y San Juan Pablo II, con Su ejemplo de fortaleza en Su sufrimiento, les ayude a llevar a sus cruces.
- Por los difuntos directores, miembros, amigos, y benefactores de la Fundación, tanto seculares como sacerdotes y miembros de conventos, para que Dios los reciba en Su regazo.
- Por la paz del mundo y la reconciliación entre las naciones, rezando el santo Rosario—la oración favorita de nuestro Papa.
Agradecemos a todos los participantes de las celebraciones de ese día, y también a los que, no pudiendo viajar, se unieron con nosotros en nuestras oraciones espiritualmente. Ojala nuestro Papa Polaco intervenga por nosotros frente a Jesucristo. Que Dios los bendiga a todos.